lunes, 28 de abril de 2008

LA MUJER A LOS 50

Dicen, que a los 18 años la mujer tiene la belleza que Dios le ha dado y, a los 50, la que se merece. No tengo más remedio que discrepar rotundamente de esta opinión; porque no es lo mismo la mujer que trabaja, que cuida del hogar y educa a sus hijos, trabajadora incansable; que otra, de la misma edad, que no ha dado un palo al agua en su vida.
En estos tiempos que corren, la mujer de 50 años es vitalista, cuida su cuerpo, las formas, el estilo e incluso cambia su comportamiento. No es que tenga mucho interés en cambiar todo esto, pero la sociedad actual lo exige y no podemos ir contra corriente.
Lo que no puedes hacer es querer aparentar 18 años, cuando tienes 50; tenemos que conocer nuestras limitaciones y nuestras posibilidades. No podemos llevar una minifalda igual que la lleva la hija de nuestra amiga, como nuestra sobrina, o como nuestra propia hija; por muy buen tipo que tengamos y por muy buenas piernas que mantengamos, porque la edad nos delata; ni tampoco podemos llevar unos vaqueros a la cadera, porque no habría sitio dónde ocultar los michelines y, menos aún, con un piercings en el ombligo; y tampoco podemos ponernos en top-less, porque la fuerza de la gravedad nos traicionaría y, no es lo mismo.
Pero aún así, hay mujeres desinhibidas que les gusta llamar la atención y no les importa hacer el ridículo, comportándose como no le corresponde a su edad. Allá ellas, tendrán una autoestima por los cielos, pero a la vista de los demás, no dejan de estar fuera de su tiempo.

domingo, 27 de abril de 2008

ENCUENTROS

Cuando alguien te llama después de 20 años sin saber de ti, como un hermano/a, un tío/a, un sobrino/a, o un amigo/a, la felicidad nos embarga; nos sentimos orgullosos porque se han acordado de nosotros después de tanto tiempo sin saber de ellos, y nuestra reacción es muy positiva.
Pero si esto mismo ocurre con un exmarido, un exnovio, o alguien, con quien mantuvimos una estrecha relación sentimental, la cosa cambia; nuestra reacción es totalmente negativa.
Entramos en una espiral de preguntas sinfín; nos invade un nerviosísmo incontrolado, un desasosiego, una ansiedad, una inquietud y una inseguridad, que no podemos controlar; indagamos, escudriñamos, pensamos el porqué de su llamada; nos preguntamos: ¿qué querrá a estas alturas?, cuando todos tenemos una vida más o menos organizada; entramos en un mar de confusiones y nos quebramos la cabeza innecesariamente.
Ante esta llamada tan inesperada, como impredecible e imprevisible, debemos tener mucha calma y tranquilizarnos; porque solo es, un mensaje subliminal, para que sepas que sigues formando parte de su vida.

sábado, 26 de abril de 2008

DECISIONES EN EPOCA DE CRISIS

En momentos realmente difíciles, muchos experimentamos una mezcla extraña de confusión, urgencia, precipitación, ideas negativas y catastrofistas..., todo unido a la sensación de que, sin más dilación, debemos tomar una serie de decisiones drásticas debido al grado de ansiedad que nos embarga.
En estas situaciones muchas personas deciden separarse o terminar una relación afectiva; otros piensan en dejar los estudios, cambiar de trabajo, de casa, de ciudad, como si nada pudiera seguir en su sitio. De repente nos sentimos más negativos que de costumbre, abrimos un montón de frentes y al final terminamos siendo insoportables, derrotados y, me pregunto, ¿Qué nos ocurre para que de repente todo parezca desmoronarse?.
Sencillamente pienso que en esas circunstancias prevalece nuestra parte irracional sobre la racional y hacemos lo contrario de lo que deberíamos hacer.
Es muy difícil que coincida lo que piensas, lo que sientes, lo que dices, con lo que haces; sólo en desastres importantes hay esta coherencia en el pensar, sentir, hablar y en el hacer.
Lo mejor sería que en momentos difíciles procurar no tomar decisiones importantes y, reunir toda la energía necesaria para intentar animarnos y no machacarnos ni machacar a los demás sin piedad.

viernes, 25 de abril de 2008

EL EXITO DE LA VIDA

El hecho de creer en uno mismo y de ser feliz, se consigue, intentando hacer lo que a uno le motiva y le realiza como persona.
Cuando crees que has cumplido los objetivos que te has marcado, te das cuenta que las cosas no son como creías; pensamos que la vida la tenemos controlada, que todo está en su sitio, todo ordenado, todo atado y, de repente, te das cuenta que no es así, que son las presiones sociales las que te obligan a marcarte unas metas que a veces no sabes ni como cumplir, ni como llegar a ellas.
La vida es más complicada de lo que parece y justo en el momento que creemos tenerlo todo atado, que hemos llegado a la meta, nos damos cuenta que llegar a ella sólo es un paso y éste puede ir hacia delante o hacia atrás y, a veces, todo se desmorona tocamos fondo y volvemos a empezar, equivocándonos una y otra vez.
La clave del éxito está en ser determinante, que nada te tumbe, en la buena intuición, en el trabajo duro, en creer en ti mismo y en la capacidad de conseguir sobreponerte; teniendo en cuenta que el más flexible tiene el poder y, quién está decidido a hacer el mal encontrará un argumento que lo justifique; así que siempre será mejor entenderse que enfrentarse.

jueves, 24 de abril de 2008

UN DIA CUALQUIERA

En un día cualquiera, de cualquier mes, de cualquier año..., vamos, venimos, escuchamos, oímos, mentimos, perdonamos, aclaramos, sentimos, amamos, trabajamos, reñimos, discutimos, valoramos, culpamos, criticamos y un largo etcétera, que no cabrían en ésta página.
Pero en este día cualquiera, hay una cosa que se nos va de la manos y no nos damos cuenta de que es la más importante: es la vida; que se nos va día a día, sin darnos cuenta, despacito, callada y silenciosa; observándonos y dándonos la oportunidad de observarla, disfrutarla y vivirla, pero no lo hacemos.
Estamos tan sumergidos en nuestro mundo, lleno de intereses compartidos, que a veces dudamos si merece la pena vivir. Es triste que esto ocurra, pero ocurre.
Llevamos una vida paralela a la real, cuando deberíamos vivir la única vida que existe, llevarla con orgullo, con sinceridad y siendo honrados con nosotros mismos. Esta sería una buena fórmula para disfrutarla con amor hasta nuestros últimos días.

miércoles, 23 de abril de 2008

LA EDAD IMPORTA

Las cosas se ven de diferente manera dependiendo del momento en que estas ocurran. La edad tiene un componente básico que influye en las reacciones de nuestro comportamiento. Es el grado de madurez.
A los 20 años es la edad del fuego; al igual que a los 30; es la época de las pasiones, de las revoluciones, de las locuras, de los grandes sufrimientos; también es la edad de la gran ignorancia.
A los 40 años, es un pasaje hacia una zona de mayor realización y, a los 50 y 60 años, es la edad del autoconocimiento, de hacerte amigo de las imperfecciones propias, cometiendo los mismos errores pero, disfrutándolos.