viernes, 25 de septiembre de 2009

MEDIOCRIDAD INOPERANTE ACTIVA

Frente al trabajador o trabajadora honrados, que cumplen con su tarea y desean regresar a casa para estar con sus hijos, tomarse una cerveza, leer, ver la tele o, lo que le venga en gana, los acosadores laborales padecen lo que en psicología se llama "mediocridad inoperante activa": es la característica que la sabiduría popular castellana atribuye al perro del hortelano como aquel que "ni come ni deja comer".
El mediocre inoperante activo ante su incapacidad o impotencia para desempeñar adecuadamente el trabajo, impide que otros que sí lo pueden desempeñar lo hagan, desatando contra ellos toda una persecución; es decir, son trepas que ocultan su incapacidad laboral con un juego sucio que busca arruinar emocionalmente a sus subordinados o compañeros de trabajo, induciéndoles a cometer errores, aislándolos del resto, calumniándolos, asignándoles tareas absurdas o sobrecargándoles de trabajo, personalidades controladoras, oportunistas y paranoicas capaces de permanecer en la oficina las 24 horas del día con tal de adular al de arriba y machacar al de abajo y así enmascarar su manifiesta ineptitud.
Estos tipos y tipas que campan a sus anchas en las empresas privadas y también en la Administración, se desenvuelven como peces en el agua en el incumplimiento de horarios, son incapaces de coordinar el trabajo de sus subordinados y de asignar tareas de manera ordenada y lógica, porque es en el caos que suelen fomentar para luego aparecer como sus mayores detractores, dónde su perfil inoperante se diluye mejor.
Inspectores y Sindicatos: Guerra sin cuartel contra los acosadores.

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