viernes, 29 de octubre de 2010

LEALTAD

La lealtad es una virtud que desarrolla nuestra conciencia. Es un valor sin el cuál nos quedamos solos. Su marca de persona íntegra correcta y sensata es nuestra mayor inversión durante toda la vida, porque nos da crédito para recomenzar con la cabeza erguida, cuantas veces resulte necesario, sin miedo ni temores y con muchos aliados.
El primer paso para ser leal, es la gratitud; es hacer aquéllo con lo que uno se ha comprometido, aún entre circunstancias cambiantes. Es corresponder a una obligación que se tiene con los demás. Es un compromiso a defender lo que creemos y en quién creemos. Es el cumplimiento de la simple palabra dada; quién es leal cumple sus compromisos con todos.
Cuando somos leales, logramos llevar la amistad o cualquier otra relación a su etapa más profunda. Es una llave que nos permite tener éxito cuando nos relacionamos.
Cuando damos lealtad y la esperamos con reciprocidad, basamos todo en la confianza; tan difícil de ganar, tan fácil de perder y cuanto más difícil de recuperar.
Pero la deslealtad, cuando alguien en quién confiamos nos hace trampa, nos engaña y nos traiciona, la frustración que nos causa es la mayor desilusión humana: "Confié en , y me fallastes", el desencanto es infinito.
No debemos abandonar a los nuestros cuando las cosas se ponen feas... porque en definitiva eso es ser leal.