jueves, 24 de marzo de 2011

LA BUENA EDUCACIÓN

No puedo soportar la mala educación, ante ella me llevan los demonios..., pero a veces, no tengo más remedio que convivir con ella y refrenarme ante tanto desapego a las reglas de urbanidad que nos enseñaron en nuestra infancia. Hay personas que ni se acuerdan de que en nuestros primeros años de escolarización nos enseñaron reglas de urbanidad (una buena educación cívica) con el propósito de aplicarlas en nuestra vida cotidiana.






Cada día existen aprendizajes y descubrimientos, modas y conceptos actualizados, pero sin darnos cuenta, olvidamos y desestimamos algunos de los más antiguos e importantes modales y cada vez los vamos sacando de nuestra vida. Por lo tanto, las nuevas generaciones comienzan a crecer sin ellos. Me refiero a las Reglas de Urbanidad.



Las Reglas de Urbanidad tuvieron su inicio cuando el hombre comenzó a mezclarse socialmente, entonces estableció formas, reglas, conceptos y modales de respeto al prójimo y de la forma más elegante y apropiada de relacionarse con las demás personas. Todas estas reglas fueron mejorando y cambiando de acuerdo a las épocas y a la evolución del hombre. Fueron adaptadas a las diferentes sociedades, climas y clases, en las diferentes escalas sociales y nacionalidades. Cada grupo étnico adoptó las más adecuadas a sus criterios, idiosincrasia, religiones y formas de pensar; pero siempre respetando las relaciones humanas.


Eso es urbanidad, consiste en saber convivir en comunidad, saber comportarse de modo correcto en cualquier ocasión para agradar a quienes nos rodean. Para cultivar esta virtud, es imprescindible desarrollar el “tacto social” mantener una cortesía civilizada, a la hora de relacionarse con las demás personas.


En la sociedad actual, muchas de estas reglas han sido olvidadas y ellas están totalmente relacionadas con el crecimiento personal de cada individuo y de su evolución general y en este caso, la espiritual.


Cuando se quiere crecer espiritualmente se debe tener una educación interna y externa de todas las cosas que refieren al hombre, en la existencia humana. He aquí la importancia de las Reglas de Urbanidad y su relación con el misticismo y la espiritualidad.



Principios básicos de urbanidad:
-Respetar al otro: su carácter, su amor propio, sus opiniones, inclinaciones, caprichos, costumbres, etc., aunque las consideremos defectos. El respeto da un paso más a la tolerancia.




-Escuchar, más que hablar: descubrir quién es el otro, qué quiere, qué piensa. No dirigirse a él como si fuera una proyección de nosotros. Hablar sin descanso es una descortesía hacia los demás, y además revela cierto egoísmo.
-Comprender, antes que juzgar: no odiar al otro ni hablar mal de él ante otros por lo que creemos que son sus defectos. Siempre es mejor preguntarse: ¿qué hace que la persona que nos molesta actúe de la forma en qué lo hace? Así, será más fácil que comprendamos y más difícil que odiemos.
-Pensar antes de actuar o de hablar: elegir siempre la mejor oportunidad, no ser imprudente. Evitar palabras molestas, observaciones poco delicadas, descorteses o demasiado personales.





-Ser discreto: no hacer preguntas que nos hagan parecer excesivamente curiosos, ni divulgar los secretos que otros nos han confiado. De lo contrario, nos ganaremos que nadie confíe en nosotros.
-Adecuar el discurso a los conocimientos del otro: evitar hacer comentarios sobre historia, ciencia, cultura o arte cuando no se conoce el grado de conocimiento de las personas que escuchan.




-Adecuar el discurso a la situación del otro: percibir cuál es su estado anímico y, según eso, decir lo que sea apropiado.





-Tratar a los demás como nos gustaría ser tratados.





En cuanto a nuestra educación, es lógico que para que las personas cumplan con su misión por completo, deben ser educadas desde la infancia con las más elementales reglas de urbanidad. Por eso se dice que la educación nace en la cuna.


Desde que el bebé tiene primer contacto al nacer con sus padres y familiares, comienza la educación. Por eso los padres deben tomar como primeras normas de educación los siguientes puntos:

-Hablar en voz baja, con dulzura, calidez y seguridad ante el bebe en la cuna.
-No discutir jamás delante del niño y mucho menos decir malas palabras.
-Dar el ejemplo siempre, no realizar nada obsceno, no criticar, ni hablar mal de otras personas, inclusive familiares.
-Mantener una disciplina general en todo momento, tener orden, respeto de los horarios, cumplimiento del trabajo, buena administración del dinero y buenas relaciones humanas.
-Cenar todos los días en familia dándole el ejemplo con una buena mesa servida, buenos hábitos alimenticios y buenos modales.
-Enseñarles a cumplir con sus deberes, desde las tareas en la escuela, hasta el cumplir con promesas y ofrecimientos a otros niños o personas. Así les enseñaremos a ser hombres y mujeres de palabra.
-Desde bien pequeños darle el ejemplo y mostrarle que el saludo, aunque no conozcamos a la persona, es básico para dar una buena impresión siempre.
-Hablar correctamente el idioma que tengamos.
-Ser sociables, poder sostener una conversación con todo tipo de personas. Ser cortés ante todos.
-Vestir apropiadamente, de acuerdo a la edad y a la ocasión.
-Tratar de evitar discusiones en tonos alterados y bajo estados emocionales extremos. Una sonrisa junto a una disculpa, es la mejor forma de evitar altercados desagradables.
-Respetar la puntualidad y de no poder asistir por causas inevitables, comunicarlo con tiempo.

Estas son algunas de las principales reglas de urbanidad que si ponemos en práctica dando nuestro ejemplo, lograremos un futuro lleno de respeto hacia el prójimo.


Todas estas reglas, que podrían sintetizarse en: TRATAR A LOS DEMÁS COMO NOS GUSTARÍA SER TRATADOS, resultan básicas para vivir civilizadamente.


Por lo general, no están escritas, pero cuando todos las respetan, nuestra vida se hace más agradable. Es importante cumplirlas, ya que con ello se da un buen ejemplo. Pedir por favor, agradecer, ceder el asiento. Ser amables y civilizados más allá del cumplimiento de ciertas normas básicas, implica recordarle al otro que es persona, y que la relación que podemos tener con él es una relación entre personas. En ámbitos en donde reina el buen trato, con tacto y civilidad, se vive mejor, el ambiente mejora y las relaciones humanas se enriquecen.


Si nos fijamos, está íntimamente relacionada la enseñanza de urbanidad con la educación en valores. Sus tres fórmulas básicas son: Respeto por ti mismo, respeto hacia los demás y responsabilidad por tus actos.

miércoles, 2 de marzo de 2011

LA AMISTAD

La amistad es un sentimiento, yo diría, casi más grande que el amor, es una relación afectiva entre dos o más personas. La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida.

La amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando las personas encuentran inquietudes comunes. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo.

Los sabios y poetas de todos los tiempos han exaltado siempre la amistad. Además del amor, se necesita la amistad. Para los filósofos griegos, expresa virtud, es un regalo de los dioses. Aristóteles menciona tres tipos de amistad: por interés, por placer y por el bien; pero sólo la que surge del bien merece llamarse amistad. Para Cicerón y Séneca, la amistad implica armonía, buena voluntad y afecto, «querer y rechazar lo mismo».
La amistad moderna se distingue por el elevado grado de autonomía que se atribuye a una persona, en la medida que tiene en sus manos la relación tanto para iniciarla como para romperla.

La amistad se demuestra en la preocupación por el amigo, interesándose por su bienestar, por sus problemas y logros. Por eso procura reunirse, comunicarse o convivir con él. Un amigo es el que está en todo momento, el que te levanta cuando estás decaído. Es en la turbación donde la amistad se pone a prueba. Cicerón comenta: "Sólo en el peligro se conoce al verdadero amigo". La amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando las personas encuentran inquietudes comunes. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo.

Puede haber relaciones amistosas donde intervienen una persona y un ser de otra especie, es el caso del perro; a éste último se le conoce como «el mejor amigo del hombre». También se puede dar la amistad incluso entre dos o más animales de especies distintas.

La amistad es considerada como una experiencia humana de vital importancia, inclusive ha sido santificada por varias religiones. Es un conjunto de personas que se sienten ellas mismas cuando se reunen; es decir, libres de actuar y expresarse, dentro de sus principios y su moralidad, haciendo pleno uso del libre albedrío ya que se saben aceptados en grado sumo por el resto de los componentes del grupo.
Las relaciones de amistad han sido profusamente narradas, tanto en el mundo de la literatura como en el cine y la televisión, a grado tal, que si bien, un listado verdaderamente completo sería imposible, es fácil identificarlas en casi cualquier obra: "Don Quijote y Sancho Panza, Sherlock Holmes y Watson, los Tres Mosqueteros", son ejemplos variados de diversos tipos de amistades entrañables exhibidas en la literatura.

En el mundo del cine y la televisión se puede hallar desde los clásicos como: "El gordo y el flaco y Los tres chiflados, hasta la serie de televisión estadounidense de Friends, comedia que giraba en torno a las relación de seis amigos.

La amistad es como la salud: Nunca nos damos cuenta de su verdadero valor hasta que la perdemos. Compañeros hay muchos, verdaderos amigos solo son unos pocos. Mientras se tenga al menos un amigo, nadie es inútil. Al final, no nos acordaremos tanto de las palabras de nuestros enemigos, sino de los silencios de nuestros amigos. Si plantas una semilla de amistad, recogerás un ramo de felicidad. Una respuesta honesta es señal de una amistad verdadera. Es muy difícil encontrar un buen amigo, más difícil todavía dejarlo e imposible olvidarlo. Todo mi patrimonio son mis amigos. Un verdadero amigo es aquel que entra cuando todos los demás se van.
Un amigo es alguien que está contigo porque le necesitas, aunque le encantaría estar en otra parte.
Cuando te duele mirar hacia atrás y te da miedo mirar adelante, mira hacia la izquierda o la derecha y allí estará, a tu lado.
Mucha gente entra y sale de tu vida a lo largo de los años. Pero solo los verdaderos amigos dejan huella en tu corazón.
Un amigo verdadero es alguien que cree en ti aunque tu hayas dejado de creer en ti mismo.
Un abrazo vale mil palabras. Un amigo más. Cultivar un verdadero amigo requiere dedicación y tiempo. La amistad es el ingrediente más importante en la receta de la vida.
Una vida sin amigos es como vivir en una isla desierta, sin agua, sin alimentos, sin luz.
Un verdadero amigo es alguien capaz de tocar tu corazón desde el otro lado del mundo.
Un verdadero amigo es alguien que te conoce tal como eres, comprende dónde has estado, te acompaña en tus logros y tus fracasos, celebra tus alegrías, comparte tu dolor y jamás te juzga por tus errores.

¿Qué es un amigo? Es una única alma que vive en dos cuerpos. La mejor forma de destruir a tu enemigo es convertirlo en tu amigo. El mejor espejo es un viejo amigo. La amistad duplica nuestras alegrías y divide nuestra tristeza.
Quien descubre la verdadera amistad, se encuentra con un tesoro. La verdadera amistad dura toda la vida.