martes, 24 de febrero de 2009

EL GLAMOUR

Glamour, según el diccionario de la Real Academia Española lo define como encanto sensual que fascina, el diccionario de Oxford británico como belleza ficticia que se atribuye a un objeto o cosa, brillo falso o engañoso. Sea lo que sea, el glamour atrae, el glamour fascina y el glamour envuelve.
Con la entrega de los Oscar pude observar que el glamour sigue existiendo, es un cóctel de fascinación, lejanía, algo intocable y misterioso. Ejemplo de ello son: Catherine Deneuve y Rita Hayworth.
Para que el glamour exista, no puede estar al alcance de la mano, sino no estaríamos hablando de glamour, debe estar envuelto en misterio. No se quién inventó el glamour, a través de las estrellas de hollywood es cuando aparece, impecables perfectamente arregladas, es fascinante. Debe ser cansadísimo, pero el resultado es fantástico. Las más misteriosas pienso que fueron: Marlene Dietrich y Greta Garbo.
Para que exista glamour la lejanía y el misterio es fundamental. El glamour es perfectamente femenino, tiene un componente de misterio. Penélope Cruz es mucho menos glamurosa que Paris Hilton..., a nuestra le falta glamour, es demasiado cercana y no trasmite, su forma de caminar es la de de andar por casa y su elegancia brilla por ausencia. La cercanía mata al hombre, tiene que ser lo inalcanzable, lo lejano. El glamour es el envoltorio, los trajes, los peinados, las joyas, es lo que hace que sean glamurosas.
Hay profesiones que dan glamour, como las que están cara al público, las de modelo, las que son transmitidas por la televisión o por el cine; donde está el glamour no está necesariamente ni la importancia ni el talento. El glamour es exterior, se puede tener glamour sin abrir la boca , es no estar expuesto todos los días, hay que dosificar las salidas, se pierde el misterio cuando se está continuamente en el candelero. La ambiguedad forma parte del misterio. El que nadie sepa de dónde vienes y hacía dónde vas.
Sexy y glamuroso se confunden, son dos cosas totalmente diferentes. Un actor glamuroso era Cary Grant, cuando se levantaba de la silla la raya de su pantalón seguía intacta. Sexy y glamuroso en un hombre es difícil. Paul Newman era guapísimo, era sexy, pero no glamuroso. Sharon Stone es sexy, no glamurosa. Greta Garbo era glamurosa, no salia de casa empeñada en conservar ese misterio. Sofia Loren sigue siendo glamurosa a su edad.
El glamour sirve para mantenerse en el estatus profesional o de riqueza donde estas personas se mueven, que no es mal estatus; la persona que tiene glamour está bien situada en las alturas. También sirve para comerciar con él, aumenta el caché. Es un club que sirve para formar parte de esa imagen que quieres vender y que está fuera del alcance de los demás. La elegancia se nace con ella, el glamour se compra, es el cascaron y una simple apariencia.

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