viernes, 19 de junio de 2009

DETALLES

Detalles tan pequeños de los dos, son cosas muy grandes para olvidar..., decía Roberto Carlos en su canción. Hay personas que no les dan importancia a los detalles, pero éstos son los que conforman el conjunto de la realidad; sin detalles no existe caso, ni veredicto, ni sentencia. Los detalles son tan necesarios como el agua para nuestro organismo. Son fundamentales como rasgo de cortesía, amabilidad, afecto, pormenor o, como parte o fragmento de algo.
El inicio de cualquier relación empresarial comienza por los detalles cómo: la atención de las llamadas de teléfono. Cuando una persona llama a una organización, le gusta que quien responda tenga una voz agradable, que cuando solicita información, le sea facilitada y que, cuando pregunte por una persona, la llamada sea transferida con rapidez. Largas esperas colgados al teléfono, escuchando una melodía repetitiva o largos silencios, hacen que la persona se impaciente. Piensa que la persona que llama y está esperando, 30 segundos o más, este tiempo se le hace interminable. Si no se puede satisfacer rápidamente a esta persona, se debe tomar su número de teléfono y a la mayor brevedad, la persona por la que pregunta, se pondrá en contacto con él o ella.
Estos son los detalles que conforman la utilización del protocolo en el mundo de los negocios, que está empezando a penetrar con fuerza como una herramienta más, de la estrategia empresarial y como método organizativo. Eventos como los desayunos de trabajo, seminarios, convenciones, viajes..., son proyectos muy costosos para dejarlos en manos de la improvisación o la precipitación.
Se necesita tener bien definidos los detalles, marcar los objetivos de cualquier acto empresarial, organizar y planificar para llevar a buen término el mismo; esos son los detalles que harán que nuestras inversiones alcancen la rentabilidad que esperamos y, todo ello, es tarea del estilo y la organización, todo gracias a un conjunto de detalles.

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