viernes, 26 de junio de 2009

LA PACIENCIA

Quien sabe esperar siempre gana. La paciencia es una virtud, es sabiduría a la que llamamos "la madre de todas las ciencias", gracias a ella estoy aprendiendo otras muchas virtudes que creía dominar por mí misma; a amar sin esperar ni desesperar; a no desfallecer para conseguir aquéllo que cuesta; a valorar, a ser mas consciente de mi interior; a no perder la "línea recta" en ésta vorágine de inmediatez.
La paciencia es amarga pero su fruto es dulce, es la fortaleza del débil y la impaciencia la debilidad del fuerte. Es el arte de la espera, la reflexión, la templanza al servicio de un objetivo. Y a diferencia de la frase de Kant, opino que no es patrimonio de los débiles, puesto que no debe considerarse débil a quién con su carácter y voluntad sepa dominar sus impulsos, mas bien al contrario, la paciencia volverá fuerte a quién la apariencia muestra como débil, y la impaciencia demostrará incapaz, a quién se vanagloria de poderoso. ¿Acaso es fuerte quién por su irreflexión decide lanzarse contra un muro?. Bruto más bien debería llamarse, quién considera que su poder inmediato es suficiente para solventar toda adversidad y esa brutalidad no tardará en volverse en su contra.
Como toda clase de valores y virtudes, la paciencia se encuentra presente en los seres humanos, así como los defectos. Lo más interesante es saber, que para llegar a la paciencia, se debe pasar por la humildad, para llegar a la humildad, hay que pasar por la tolerancia, para llegar a la tolerancia, se debe pasar por el amor, y no puedes llegar al amor, si no conoces el perdón.
Con paciencia te escribo.

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