jueves, 18 de marzo de 2010

FE Y SUFRIMIENTO

Hoy para mí ha sido un día extremadamente triste, me han dado una de las peores noticias que puedes recibir a lo largo de tu vida: la amiga de mi amiga (valga la redundancia), que ya es mi amiga, se hizo hace unos días una mamografía y, para desgracias de la vida, le han detectado un Cáncer de Mama galopante; de ésos que no tienen vuelta atrás, de ésos que te dejan sin respiración cuando sabes que te quedan meses de vida, de ésos que te dejan paralizada, de ésos que no crees que existan, de ésos que no puedes creerte que te esté ocurriendo a ti.
Es la noticia más impactante que he tenido desde el fallecimiento de mi tía materna, con 57 años. De esto hace ya 13 años que ocurrió, y todos los días la tengo presente. Fue como una madre para mí, y aún sigo preguntándome porque ocurrió, y no encuentro la respuesta.
Estas personas, cuando la vida les juega una mala pasada como ésta, se preguntan:"¿Dónde está el Todopoderoso del que me hablaron en la infancia?".
Es curioso observar, como la percepción del sufrimiento provoca posiciones tan opuestas respecto a Dios: a unos de negación o duda de su existencia, y a otros de inquebrantable fe, que incluso les lleva a dedicar sus vidas al servicio de quienes más sufren.
En mi opinión, cuestionar la existencia de Dios porque exista el dolor y el sufrimiento humano, supone que Dios debería impedirnos hacer el mal y, por lo tanto, careceríamos de libertad y de responsabilidad.

No hay comentarios: