lunes, 19 de abril de 2010

LA TDT OBLIGATORIA

Vino, la dictadura de la TDT, en esta España donde lo que no está prohibido es obligatorio. Y ahora, el despilfarro de la TDT, dicen los expertos que nos ha costado la broma de los directivos europeos (por cierto, desconocidos para todos los españoles), nada más y nada menos que la friolera cifra de 500 millones de euros. Según el Secretario de Estado de Telecomunicaciones, el Gobierno se ha gastado 500 millones de euros en esta imposición dictatorial de la TDT, gastarse ahora en plena crisis 500 millones de euros en esta eurodigitalización, me parece un despropósito, inapropiado y hasta cierto punto demencial.
Quiero contaros una historia muy divertida de mi tía abuela; cuando empezaba la televisión en España vivíamos en mi pueblo. Todo el pueblo estaba comprando un televisor marca IBERIA, que era la más conocida en ese momento, hasta el punto de que todos los vecinos compraron la misma, único tamaño, único modelo, única marca y por supuesto en blanco y negro. Pero aquella tía mía, no quiso comprarse un televisor, al contrario que todas sus vecinas. Y cuándo le preguntaron la razón de su negativa, les dijo:

Hijas, ¿cómo voy yo a meter en mi casa un aparato que me va a llenar la salita de gente que no conozco de nada y que no me ha presentado nadie?...
Le pasaba a mi tía abuela, como a mi abuela materna, que cuando tras el Concilio Vaticano II comenzó el rito de darse la mano en la Paz en misa, le dijo a la señora que estaba a su lado en la parroquia y que le tendía la suya:
Perdone, pero ¿la conozco yo de algo para que me salude usted?...
A mí me ha ocurrido ahora lo mismo que a mi tía abuela y como a mi abuela materna en mi pueblo. Sin que nadie me la haya presentado, se me ha metido en la sala de estar una tía a la que no conozco de nada y que no tenía el menor interés de que entrara en casa: la TDT. Esa televisión nueva que es ahora obligatoria, que tiene nombre de insecticida para matar cucarachas. Con ella, ya no nos quedaremos aislados del mundo con el apagón analógico. Ya tenemos la TDT de pantalla plana. Planísima. De las que llaman lo que a mí me suena a transfusión o a donación de sangre: "de plasma".
Y encima, amenazando. Y encima, sin contar con nadie, cada dos por tres salía en la pantalla de la TV un faldón que te decía que a partir del 10 de marzo no hay tu tía sin TDT. ¿No era después de Semana Santa?... Vamos a ver, ¿en qué pleno del Congreso de los Diputados se ha aprobado que tengamos que tirar los televisores actuales a la basura o gastarnos un dinero en el adaptador de la TDT?.
Para cosas mucho menos importantes en nuestras vidas se exige una ley orgánica, y ahora esa dictadura tecnológica la imponen por una razón españolísima, como decía mi padre cuando no sabía o no quería responder a la pregunta: porque sí... ¿O es una directiva europea?. Peor todavía, unos directivos de Bruselas a los que no conoce nadie, a los que sólo les conocen en su casa y que no ha votado nadie, ni ha elegido nadie y, que nos están cambiando nuestros modos de vida del modo más dictatorial. Y con el agravante de que muchos países europeos aún no tienen la TDT obligatoria, precisamente por eso, ellos todavía no han hecho el cambio y, lo que te rondaré morena...
¿Cuánto nos va a costar el cambio a la TDT? ¿Le ha metido alguien el lápiz? ¿Qué necesidad había de este cambio tan radical, con lo bien que se ve la tele con mi televisor de toda la vida, de pantalla ancha, bien profunda, para que se vea bien y ser vista. Con la crisis que hay, ¿tiene España poderío como para permitirse este lujo tecnológico precisamente ahora?. Dicen que ya funcionan 26 millones de sintonizadores. ¿Cuánto dinero hemos tirado en eso? ¿Que eso es I+D+I?. Eso es dinero para los chinos, o para los coreanos, que son los que los fabrican. A ver, que levante la mano el que tenga un sintonizador de TDT fabricado en España. Si todavía esto de la TDT fuera fabricada en España podríamos decir: "Artículo español, trabajo y salario para los nuestros".

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