viernes, 9 de octubre de 2009

EL CORAJE DE SOÑAR

Cuando menos lo esperamos la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio. Afronta tu camino con coraje, no tengas miedo de las críticas de los demás y, sobre todo, no te dejes paralizar por tus propias críticas.
El camino incluye el respeto por todo lo que decidas. Conoce siempre el momento de tomar las decisiones necesarias. Cada uno tenemos una forma diferente de ver la vida, de convivir con las dificultades y con los progresos. Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en la dirección a lo que deseamos.
Ningún día es igual a otro, cada mañana tiene su encanto especial, su momento mágico, en el que se destruyen viejos rencores y se crean nuevas esperanzas. El fin de una etapa es sólo el comienzo de otra, los riesgos que se nos presentan son la preparación necesaria para pasar mejor a la próxima etapa.
Cuando alguien evoluciona, también evoluciona todo a su alrededor. Cuando tratamos de ser mejores de lo que somos, todo a nuestro alrededor también se vuelve mejor. Eres libre para elegir, para tomar decisiones, aunque sólo tu las entiendas. Toma tus decisiones con coraje, desprendimiento y, a veces, con una cierta dosis de locura. Sólo entenderemos la vida cuando no buscamos explicaciones.
Enseñar es demostrar que es posible aprender. Aprender algo significa entrar en contacto con un mundo desconocido, en dónde las cosas más simples son las más extraordinarias. Desafíate. No temas a lo retos. Insiste una y otra vez; recuerda que sin fe se puede perder una batalla que ya parecía ganada. No te des por vencido. Acuérdate de saber siempre lo que quieres y comienza de nuevo. El secreto está en no tener miedo a equivocarnos y de saber que es necesario ser humilde para aprender. Ten paciencia para encontrar el momento exacto y manifiesta alegría y satisfación por tus logros . Y si esto no fuera así, analiza las causas e inténtalo de nuevo con más fuerza.
El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo. Las personas más ocupadas logran tener tiempo para todo, es cuestión de prioridades. Las que no hacen nada, están siempre cansadas, no consiguen realizar el poco trabajo que tienen y, se quejan de que el día es demasiado corto.
Cuando alguien desea algo, debe saber que corre riesgos y sólo por eso la vida vale la pena. Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas. Hay en el mundo un lenguaje que todos comprendemos: es el lenguaje del entusiasmo, del optimismo, de las cosas hechas con amor y con voluntad, en busca de aquéllo que se desea o en lo que se cree.
Cuando todos los días resulten iguales es porque hemos dejado de percibir cosas buenas que surgen en la vida. Todos los días hay un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. Es el momento en que un sí o un no, pueden cambiar toda nuestra existencia. Cuando quieres realmente una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla. Esperar duele, olvidar duele, pero el peor de los sufrimientos es no saber que decisión tomar. Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, incluso aquéllas que perdemos.
La mayor mentira del mundo es que, en determinado momento de nuestra existencia, perdemos el control de nuestras vidas y éstas pasan a ser gobernadas por el destino, la indiferencia o el rechazo. Sabemos que a pesar de la máscara de hielo que algunas personas usan, existen muchos corazones de fuego que son capaces de transformar en belleza todo un momento de angustia. Insistimos en ver una pequeña mancha frente a nuestros ojos y olvidamos la inmensidad del océano.
El mundo está en manos de aquéllos que tienen el coraje de soñar y de correr el riesgo de vivir sus sueños. Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar. Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te llevan a él.

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