La concesión del Premio Nobel de la Paz al Presidente de EE.UU. Barack Obama, con sólo nueve meses en la Presidencia, ha dejado al mundo perplejo y en tela de juicio el prestigio del famoso galardón.
La primera sorprendida poderosamente fue la Casa Blanca, que dos horas después del anuncio del importantísimo premio seguía sin comentar oficialmente la noticia. La cadena CNN de noticias, comentó que Obama ni siquiera estaba en las listas de favoritos para ganar el premio.
El diario conservador "The Wall Street Journal" en su edición on line, fue más crítico y, se pregunta ¿por qué?, y califica la decisión de estrambótica y posmoderna.
Con esta decisión, un líder político puede ganar el Premio Nobel de la Paz sólo con decir que en algún momento en el futuro se puede lograr la Paz. No hace falta que lo consiga.
Obama está empezando, sólo lleva nueve meses en la Presidencia. En mi opinión, sólo se deben premiar gestiones por la Paz llevadas a cabo; no esperanzas ni expectativas; más que premios, Obama necesita más resultados políticos concretos.
Los analistas comentan que ha sido una concesión precoz del premio; sin embargo, el Comité Nobel noruego decidió que el Premio Nobel de la Paz 2009 sea para el Presidente Barack Obama, por sus extraordinarios esfuerzos para reforzar la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos.
El comité ha dado especial importancia a la visión de Obama de un mundo sin armas nucleares y su trabajo para lograrlo. Este premio puede servir al líder estadounidense como un aliciente. Ha sido muy rápido, demasiado rápido; al Presidente Obama le queda mucho camino por recorrer, todavía tiene que actuar.
El Comité Nobel noruego insiste en que la democracia y los derechos humanos deben ser reforzados y, comenta, que en muy raras ocasiones puede una persona atraer la atención del mundo y dar a su pueblo la esperanza de un futuro mejor , al nivel que lo ha hecho Obama.
Su diplomacia está fundada en la idea de que aquéllos que lideran el mundo, deben hacerlo sobre la base de valores y actitudes compartidas por la mayoría de la población mundial. Y, apoya la llamada de Obama, de que ahora es el momento de que todos asumamos nuestra parte de responsabilidad para dar una respuesta global a los retos globales.
Veremos si persevera y hace lo que se ha propuesto.
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